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¡Mi visita a Cusco! ✈

Con canciones de Bon Jovi como Thank you for loving me, Always, Never say good bye y I'll be there for you de fondo les reto a no ponerse nostálgicos, a no recordar algo o a alguien que echan de menos...

Entonces las condiciones en esta noche de invierno paraguayo se adecuaron para que yo relate, aunque ya sin mucho detalle, algo de las crónicas de mi visita a la maravillosa ciudad de Cusco, a exactamente 3 semanas del inicio de esa inolvidable experiencia.

✈ Partí a las 6:55 am de Asunción el viernes 10 de agosto, en compañía de J. y W. Llegamos a Cusco ya entrada la noche, porque nuestra escala en Lima había sido bastante larga, y esa noche solo fue hacer Check-in, instalarnos y salir a buscar qué cenar.

[Motivo oficial del viaje: asistir al XXXIII Congreso Científico Internacional de la Federación Latinoamericana de Sociedades Científicas de Estudiantes de Medicina, que se llevó a cabo del 14 al 17 de agosto; y, por añadidura, hacer turismo en ese magnífico lugar.]

En el Día 1 oficial descubrí un desayuno abundante y delicioso para el cómodo precio al que me estaba hospedando. Lo siguiente en la mañana fue salir a caminar por la Avda. del Sol (nos sorprendió notar que casi no había actividad laboral a esa hora en las calles, el "movimiento" en la ciudad iniciaba aproximadamente a las 10 am), entonces nos dispusimos a recorrer las peculiares calles y callejas del Centro Histórico y los alrededores de la Plaza de Armas. No voy a narrar cómo un "amable" guía, sin solicitarle, nos empezó a hablar acerca de la famosa piedra de doce ángulos y otras particularidades históricas del lugar con recorrido, explicaciones y toma de fotos incluidas para luego casi exigirnos 10 S./ a cada uno como "propina por el trabajo" 💸💸💸 cuando le manifestamos querer seguir por nuestra cuenta debido a que yo empecé a manifestar síntomas del soroche o mal de altura...

Aun así, los leves percances de ese día no impidieron que esa ciudad me dé una muy buena primera impresión y disfrutaba estar ahí y de todo lo que hasta el momento había conocido. Al día siguiente subimos hasta el Cristo Blanco; ahí entendí que el padecimiento de mis piernas y muslos apenas comenzaba, pero también que cada esfuerzo valía la pena, porque desde la cima pude apreciar oficialmente el primero de los muchos paisajes hermosos que Cusco tenía para ofrecerme desde las alturas.

Teníamos aún días libres antes del congreso, así que lo siguiente relevante en el itinerario fue el tour a la Laguna Humantay el lunes 13, y ¡uf! solo el que pasó por eso sabe cuánto cuesta llegar y también lo mucho que el paisaje, la paz y majestuosidad de ese lugar lo compensa; yo, por mi parte, gran parte del trayecto de subida tuve que hacerlo a caballo porque mi estado físico no es el ideal, así que tienen toda mi admiración aquellos que lo hicieron enteramente por su cuenta. La particularidad de este tour fue que pude conocer a tres personas, estudiantes de Medicina de Lambayeque, Perú. Ellos son Blanca, Paulo y Eliseo, con quienes bastante rápidamente pude formar una noble amistad (gracias a que uno de ellos, Eliseo, entabló conversación conmigo) y solidificaron la imagen que tuve de los peruanos: en general, son personas amables, agradables, cálidas, humildes, sinceras, etc. Ellos me regalaron la dicha de saber que en Perú tengo amigos y futuros colegas y también una pulsera de hilo de alpaca como recuerdo de que debo volver alguna vez a su bello país. En uno de los días posteriores tuve el gusto de compartir un delicioso almuerzo con ellos tres y aprender mucho de su cultura y también yo pude transmitirles algo de la mía como, por ejemplo, el significado de la palabra guaraní "rohayhu". Sin duda esa fue una parte muy especial del viaje, así que le otorgo este párrafo sin vacilaciones.
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Acerca del Congreso resalto haber encontrado a mi primo y también futuro colega José Emanuel 😁💖 a quien, por cuestiones de distancia, no veía en años a pesar de que ambos vivimos en Paraguay, y diría que me arrepiento de no haber pasado un poco más de tiempo ahí con él. En los talleres, concursos y conferencias aprendí mucho de lo concerniente a Medicina y renové y afiancé el entusiasmo por la carrera que elegí seguir. 

Si intentara describir lo que significó conocer las ruinas del Machu Picchu el domingo 19 de agosto sin duda me quedaría corta de palabras y las que utilice no le harían justicia. Es que me estoy refiriendo nada menos que a una de las siete maravillas del mundo; estaba ahí parada, en medio de tanta historia, tanta cultura, tanto misticismo, y simplemente no podía creerlo. Para llegar ahí viajamos en carro 🚐 desde Cusco hasta el pueblo de Ollantaytambo donde estaba la estación del tren🚂  que nos llevó a la localidad de Aguas Calientes o Machu Picchu pueblo de donde finalmente un bus 🚎 nos subió por la montaña que nos daba acceso a la ciudadela. La bajada de ahí a Aguas Calientes la hicimos caminando y en esta parte hago énfasis a que la lentitud que me otorgó mi cansancio me dio la oportunidad de conocer a otra persona que se convirtió en parte importante de este viaje. Taki Matsumaru ✨, mitad japonés, mitad peruano, que vive en Lima desde febrero de este año luego de haber vivido 20 años en Tokyo, había elegido junto con su papá el mismo día que nosotros para hacer ese tour y así, aproximadamente a las 13:30 hs, empezó una linda amistad con una conversación que se extendió, con breves interrupciones, hasta la noche de ese domingo y, además, pudimos encontrarnos una vez más en Cusco al día siguiente antes de que yo termine de empacar para ponerle fin a mi increíble e inolvidable experiencia.

No profundicé en ninguna de mis vivencias y, claramente, omití muchas de ellas porque hablar de todo implica lo bueno y lo malo que hubo, porque las personas (y, por ende, algunas circunstancias) somos perfectibles pero no perfectas. Sí hay una anécdota singular que no puedo dejar de mencionar: una de las tardes que decidí salir a caminar por el centro de Cusco inesperadamente comenzó a llover incluso con granizo, entonces me refugié bajo el techo de la entrada de alguna tienda y una encantadora señora cusqueña me empezó a hablar. Me comentó que era extraño que lloviera porque no era temporada de lluvias y, entre otras cosas, yo le hablé de que soy de Paraguay, que estaba ahí por un congreso de estudiantes de medicina y ella inmediatamente me comenzó a hacer preguntas acerca de hemorroides, infección urinaria y quistes en el útero. Yo le respondí con lo poco que sé al respecto teniendo en cuenta que recién estoy en 4to semestre, pero ella quedó contenta y yo me quedé con la esencia de lo que me dijo con sus propias palabras y expresiones: mira cómo es el destino... yo tenía estas dudas y me hizo cruzar contigo. Tal vez no parezca algo muy importante, pero que ella considere bueno que 'el destino' le hiciera cruzar conmigo significó mucho para mí. No me dijo su nombre la señora, pero ojalá que esté muy bien.

Finalizo con estos dos puntos:
1) De Cusco quedan en mi me memoria olores, sabores y paisajes asombrosos, así como recuerdos de la gente y su buen trato y definitivamente me quedé con ganas de ver y probar muchas cosas que ya no pude, por lo tanto muero de ganas de volver.
2) Me hizo notar que hay mucho en mi país que desconozco, principalmente hermosos lugares que nunca visité y me propongo cambiar eso, y con los brazos abiertos espero a esos amigos que allá gané.

"Soy paraguayo, soy de la tierra del jazmín y del trabajo, soy las canciones de un Maneco enamorado, soy artesano y mi bandera el ñandutí. Soy paraguayo, soy liberal, soy febrerista y colorado, soy de la tribu guaraní que han marginado, soy con orgullo embajador de mi país"
Soy de mi tierra - Pablo Benegas
"Esta es mi tierra, este es mi canto, es la alegría de sentir que tengo tanto, que no me alcanza el mundo entero para cambiar que yo soy parte de este suelo"
Viajando voy - Tierra adentro





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